¿A qué temperatura debemos servir cada vino?
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Elige la temperatura adecuada para degustar cada vino
Para poder degustar un vino en todo su esplendor es necesario servirlo a una temperatura determinada. Esta temperatura varía en función del tipo de vino, ya sea tinto, blanco, rosado o un cava. Dentro de cada tipo de vino también es necesario cerciorarse de si hablamos de un joven o uno con más maduración.
Cuando hablamos de vinos tintos la temperatura idónea suele oscilar entre los 16 y los 18 grados haciendo excepciones si nos encontramos con un vino muy joven, que podremos servir más fresco, entre 12 y 15 grados, o un vino con gran reserva que podemos servir en torno a unos 19 grados.
Servir el vino a su temperatura indicada nos ayudará a apreciar todos sus matices. Nunca debemos servir el vino tinto a temperatura ambiente y mucho menos en verano. Deberemos enfriar la botella de forma gradual y no meterla en el congelador ya que la bajada de temperatura brusca perjudica al caldo y a sus matices y olores característicos.
Los vinos blancos se deben servir frescos, entre 7 y 10 grados, haciendo excepciones cuando se trata de un vino blanco con crianza, que deberemos servir entre 10 y 12. Dentro de los vinos blancos encontramos los dulces que se sirven más fríos, alrededor de los 8 grados.
Los vinos rosados, por normal general, se sirven más fríos que los blancos, entre 6 y 8 grados.
Los cavas son los que deben tomarse más frescos siendo su temperatura óptima entre 5 y 7 grados.
Las botellas, por norma general, llevan la indicación de la temperatura idónea en su etiqueta y debemos servir el vino a la temperatura que la bodega nos indica.